La respuesta a los interrogantes de quiénes somos y quiénes debemos lograr ser

20070904

Ulises Weinner, una vida (Primera parte)

El Prof. Lic. Ulises Weinner nació en Tratzberg, Austria en 1947. Hijo de Wolfgang Alexander Weinner (alemán) y Rosa María Benítez (argentina), por tradición familiar, Ulises debía inclinarse naturalmente hacia la música (su padre y antecesores alemanes fueron integrantes de la célebre banda de niños de la región del Tirol: Musikkapelle-Grinzens”), pero se rebeló de muy joven rompiendo su primer violín a la edad de 4 años.
En cuanto a la nacionalidad de su madre y las curiosas circunstancias en las que trabó relación con su padre en la Europa de la posguerra, como todos sabemos, se han escrito dos versiones autobiográficas noveladas: “El músico y la cocinera”[1] y “Tras la caída del Reich”[2]. Esta última nos revela detalles de la participación de su padre en los momentos previos a la caída de Adolf Hitler y habría sido considerada como punto de partida por los guionistas de la exitosa película “Der Untergang” (La caída) que el director Oliver Hirschbiegel llevara a la pantalla grande en 2004.
El Maestro (como prefiere ser llamado Weinner) fue educado en la Escuela Politécnica Wipptal hasta la edad de siete años, recibiendo instrucción básica en todas las ramas de la ciencia moderna. En el año 1954, imprevistamente, su familia se vio obligada a emigrar a la Argentina debido a persecuciones políticas[3]. Después de muchos cambios y mudanzas, a principios de los sesenta se establecieron definitivamente en la población de Carlos Casares, Pcia. de Buenos Aires. A partir la allí la vida del joven Ulises cambió radicalmente. Formado en una familia de trabajadores relacionados con la industria láctea (su padre llegó a poseer un taller de fabricación de recipientes de aluminio) conoció el oficio familiar y lo desempeñó a desgano, pero con notable contrición y profesionalismo. Paralelamente, el hecho de no contar con una continuidad en su educación (la barrera idiomática y los continuos desarraigos fueron concluyentes al respecto), determinaron que se convirtiera en un autodidacta.
(continua aquí)

[1] Se trata de una Nouvelle de ribetes románticos de tinte rococó que formó parte de la Colección Corin Tellado. Editado en 1970, fue el primer libro concebido por Ulises Weinner cuando creyó ver en este tipo de novelas femeninas un sostén económico para su familia.
[2] Publicado originalmente en alemán utilizando un seudónimo que debió abandonar después de que un ciudadano húngaro del mismo nombre entablara un litigio por el cese en el uso del nombre, fue traducido al castellano por el propio Ulises Weinner y publicado en la República Oriental del Uruguay, bajo otro seudónimo, pero no aparece en los créditos del mencionado filme.
[3] Se cree que Wolfgang A. Weinner estaba enrolado en una facción anarquista que pugnaba por surgir en la Austria dividida por la posguerra (Austria se dividió en cuatro zonas ocupadas por tropas de EEUU, Francia, Inglaterra y la URSS). Otra versión (no debidamente acreditada) da cuenta de una disputa conyugal podría haber ocasionado la imprevista migración del reducido grupo familiar (Wolfgang, Rosa y el pequeño Ulises).

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Profesor, le agradezco infinitamente por compartir sus experiencias y rezo por usted.

Anónimo dijo...

Dr. Weinner, muchas gracias, me ha sido de gran ayuda. Le comento que he logrado focalizar la tercera fase y estoy trabajando en sus talleres para seguir avanzando.

Anónimo dijo...

Qué vida tan fascinante! Sólo así pudo formarse el hombre, el científico. Lo admiro profundamente, usted ya lo sabe, se lo he dicho personalemente en el Coloquio de Gualeguaychú, en abril (soy la chica del sueter azul con ciervitos).
¿Habrá otro coloquio este año?
Bueno, espero que sí.

Anónimo dijo...

Por qué no te vas a la puta que te parió... chamuyero, cagón.

Ulises Weinner dijo...

En la profundidad de tu ser está la energía que debes canalizar correctamente, amigo anónimo.

Anónimo dijo...

hola dr soy uno mas de sus benefisiados por su gradiosa tecnica estoy muy feliz de aber conocido su filosofia y a usted que es realmenete un ser admirable y quisiera alguna ves ser tan genial como usted y llevare la t4ecnica a todo lugar que pueda porque todo el mundo merece conocerla. Agradeciso señor, le mando un adefctouso saludo desde bahia blanca

Anónimo dijo...

Desde Montevideo también seguimos sus enseñanzas, admiramos sus conocimientos y hacemos todo lo posible para difundir su obra.
En lo personal, ha sido UD. muy importante para mí.
Un saludo afectuso.