La respuesta a los interrogantes de quiénes somos y quiénes debemos lograr ser

20090403

Falso chamán



Una fuente de barro trae a una pasta de maiz pisado con verduras de la zona. El jefe de los comensales se equivoca cuando lee y pide humita en chala para todos los muchachos. Creía que iban a convidarles una hoja de la zona que permite, entre otros beneficios, soliviantar los problemas de la altura.


La concentración en el hotel es un mar de confusiones. Esa no fue la primera. A poco de llegar, se coló un presunto chamán y prometió goles y cerrar el arco. A cambio de sus pases mágicos pidió una camiseta del 10 autografiada por todos.


El brujo cargó las piernas de los delanteros, en vez de pólvora para los cañonazos, puso piedras adentro de las medias. A los mediocampistas y defensores les ató las piernas con un elástico invisible. El arquero cargó todo el partido con un caparazón de tortuga de 120 kg. Los que no firmaron no fueron afectados.


El hechizo fue fatal. El chamán guardó su sonrisa de Evo y festejó a la noche abrazado a su consigna: Aquí vivimos, aquí jugamos.


En el derrotado buscan explicaciones de los culpables. No ponen excusas. Se van yendo a bordo de un yate imaginario que los lleva para otros mares: la bandera ondea, D1os fuma tranquilo. Sabe que va a clasificar.



1 comentario:

Velas a Balzac dijo...

"A los mediocampistas y defensores les ató las piernas con un elástico invisible". Excepto a uno: el número ocho, un muchacho de Remedios de Escalada, que ya viajó en el avión con los pies atados. Hace años que los tiene, pero en Inter no se dan cuenta.