La respuesta a los interrogantes de quiénes somos y quiénes debemos lograr ser

20080513

Fantasmas en la catedral

Olga Chtalova, una joven rusa de 29 años, se encontraba haciendo turismo en Londres. Mientras visitaba la catedral de Saint Paul, captó la siguiente fotografía:


La imagen ha sido publicada por el periódico The Sun y parece que muestra el fantasma de un sacerdote del siglo XVI cerca del altar (sic).

La turista rusa ha declarado que no le cabe la menor duda sobre que lo que se ve en la foto sea un fantasma ya que no había nadie delante de ella cuando tomó la fotografía.

hasta aquí el testimonio.

Las personas que no se han acercado al pragnanismo no son capaces de relacionar sus sentimientos verdaderos con lo que tienen delante suyo, como si una venda les cubriera los ojos por completo.

Olga se acercó al pragnanismo. Al poco tiempo, descubrimos al verdadero fantasma (ubicado a la derecha de la foto), el padre de Olga, muerto en 1975. Cuando ella por fin logró verlo, no lo podía creer. Si Ud. está atento, el padre de Olga falleció 4 años antes de que naciera Olga. Pero eso también tiene explicación desde el pragnanismo.

U.W.

8 comentarios:

Fabi dijo...

muy interesante... pero a mí me suelen aparecer ese tipo de imágenes cuando sacó fotos después de las tres de la mañana.

Velas a Balzac dijo...

Dr. Weinner, ¿usted lo conoce a Preciado?

Anónimo dijo...

En 1991, Greg Sheldon Maxwell, de dos años de edad, miro hacia arriba y dijo "la abuelita esta aquí", justo cuando le tomaron una fotografía. Nadie pudo ver el vapor fantasmagórico hasta que se revelo la foto. A veces Greg juega con su abuela...

Anónimo dijo...

A veces, cuando recorro fotos viejas, aparecen personas que son fantasmas en mi vida actual.

Tito.

Anónimo dijo...

Los fantasmas no existen, son recuerdos que queremos ver, lo que pudo haber sido, apenas sombras sobre el vidrio esmerilado.

Anónimo dijo...

I see dead people

N. H. dijo...

Jajajajaja

Las cosas justificadas por el pragnanismo provoca una suerte de exaltación de la levedad de la gravedad de la beatitud de ser un ser.

Y me como un postre Ser.

Viejito lindo, estás del orto.

Anónimo dijo...

Me parece que un comentarista me está choreando